30 diciembre 2021

De Estrategias Net Zero a Estrategias con Impacto Positivo

Las emisiones de gases de efecto invernadero deberían seguir disminuyendo a nivel mundial y llegar a cero en torno a 2050

¿En qué punto estamos respecto a estrategias net zero?

Tal como se definió en la COP26, todos los países deberían seguir estrategias net zero (o de neutralidad de carbono) para lograr el objetivo de las cero emisiones antes de 2050. ¿Pero por qué es eso tan importante?

Episodios extremos en el clima, contaminación, pérdida de biodiversidad, toxicidad, desigualdad social, generación de residuos o escasez de recursos son algunas de las externalidades negativas que Ignasi Cubiñà, Presidente de EIG, enumera para exponer la situación a la que nos enfrentamos a causa de un historial de actividad humana mal diseñada y ejecutada.

En 2015, durante la COP21, 194 países y la UE llegaron a un acuerdo de limitar el calentamiento a menos de 2ºC por encima de niveles pre-industriales. También accedieron a hacer el máximo esfuerzo para limitarlo a 1,5ºC. Ni los gobiernos ni el sector privado ha invertido suficiente tiempo ni recursos durante estos 7 años, y por ahora estamos estancados con el mismo propósito, desde una peor posición.

 Los gases de efecto invernadero deberían seguir bajando alrededor del mundo y llegar a cero en 2050. El objetivo es limitar el calentamiento global a este 1,5ªC por encima de niveles pre-industriales, o tanto como sea posible, porque cada poco que podamos frenar el calentamiento alarga el camino hacia el colapso global.

En este contexto han aparecido (y se han popularizado) los objetivos de cero emisiones. Alcanzar el cero quizás no es la mejor aspiración lingüísticamente hablando, pero puede funcionar si los principios, requisitos y métricas se definen y mantienen correctamente.

 

¿Cómo están implementando estrategias net zero los gobiernos?

Los científicos expertos en la materia son generalmente escépticos con el rol de los gobiernos en la desaceleración del calentamiento global y anticipan que el mundo  se calentará al menos 3ºC antes de acabar este siglo. Sin embargo, se están poniendo en marcha normativas en lo que parece una lucha entre los intereses públicos y privados.

Durante la COP26, el Reino Unido ha desvelado un plan para incorporar un sistema de auditoría basado en principios científicos. Esto ayudaría a comprobar que las estrategias net zero de las empresas no sean greenwashing. Además, grandes compañías en sectores con emisiones altas estarán obligadas a publicar sus planes de transición a net zero durante 2023. El primer punto es crucial, pues como explica Cubiñà: “El riesgo es la commoditización del concepto, convertirlo en una estrategia de cumplimiento para las empresas, centrándonos únicamente en las consecuencias y no en las causas. Por ejemplo, las compañías que lo ven como una amenaza, siguen estrategias de comunicación y cumplimento a corto plazo, sin profundizar demasiado. Por otro lado, otros lo ven como una oportunidad y están repensando su modelo de negocio, la relación entre el cliente y el proveedor, la resistencia de su ecosistema de negocio, incluso el propósito principal de la compañía. El principal obstáculo para la implementación de estrategias net zero (o net positive) a largo plazo es la percepción de las empresas del retorno de la inversión.

 

Estrategias net zero del sector privado para reducir las emisiones de CO2

En Pakistán, empresas líderes que suponen un 8-10% de las exportaciones textiles se están uniendo a la recientemente fundada Net Zero Pakistan Coalition. “Es la primera alianza net zero a nivel estatal en el global del sur”, dice Talha Khan, Directora Ejecutiva del Pakistán Environment Trust, definiendo el camino a seguir en todo el país para alcanzar el net zero. A través de un coste anual, las compañías miembro se adhieren a estrategias net zero para reducir sus emisiones de cara a 2050. Además reciben asesoramiento, financiación y una plataforma unificante para interactuar de forma global.

Para las grandes empresas de retail que cuentan con proveedores en Pakistán, será mucho más práctico porque “en lugar de formar a 10 proveedores diferentes, tienes una plataforma a través de la que puedes ir formándolos a todos”, apunta Khan.

La compañía sueca Polestar está influyendo la industria del automóvil y promoviendo la innovación, con la promesa de presentar el primer coche climáticamente neutral en 2030, sin compensaciones, incluyendo todo salvo la fase de uso.

“Para el proyecto Polestar 0 tenemos que usar materiales con cero o casi cero emisiones. Si hay materiales en los que no podemos reducir, no podemos usarlos en este coche y tenemos que buscar otros materiales que puedan alcanzar el 0”, dice Lisa Bolin, Líder de Clima en Polestar.

El objetivo de la marca es ambicioso y visionario. “No se trata solo de sustituir materiales, hay que contemplar todo el sistema. Intentamos cumplir las funciones de un coche en una forma totalmente diferente para reducir la cantidad de materiales y hacerlo más eficiente a nivel de recursos”, señala Bolin. Para participar en el Proyecto Polestar 0 habrá requerimientos para los proveedores (Tier 1), que irán más allá de la propia empresa e irán descendiendo a ruedas 2,3,4, etc.

Al mismo tiempo, Polestar colabora con sus proveedores, sobre todo con los de las baterías, para hacer seguimiento de cada pieza de cobalto, níquel y manganeso, utilizando tecnología blockchain.

La empresa reporta el carbono de acuerdo con el Greenhouse Gas Protocol y también forma parte de la Exponential Roadmap Initiative, un índice estricto porque “son muy claros con el tipo de compensación no permitida y a qué velocidad se deberían reducir las emisiones”, concluye Bolin.

 

Cambiando hacia una mentalidad positiva respecto al carbono

“El objetivo de alcanzar Net Zero en termodinámica suena como intentar lograr la Entropía 0, lo que significa muerte. ¿Quién querría perseguir este objetivo?“, se pregunta Ignasi Cubiñà, “nosotros diseñamos para la abundancia, no la escasez”.

En EIG trabajamos hacia una economía circular del carbono, siguiendo la visión de William McDonough’s en “The New Language of Carbon”. Trabajamos para reducir las emisiones negativas del aire, preservar el carbono almacenado en productos y materiales y promover su retorno al suelo para alimentar la vida. EIG ofrece su expertise en la economía C2C C2C Cradle to Cradle, para ayudar a empresas en su trayecto hacia un futuro mejor para todos, en todo momento y en cualquier lugar.

Nuestra visión en términos de planes Net Zero es no dañar otros sistemas de forma replicable y escalable, basándonos en un diseño fundamentalmente bueno y una estrategia de implementación efectiva. Esto es lo que EIG puede ofrecer cuando se une Diseño por Circularidad e Implementación de un mapa hacia el impacto positivo.

El objetivo final es ir de estrategias Net Zero a Impacto Positivo. En última instancia todos esperamos ser Net Positive, ¿verdad?

En próximos artículos compartiremos la experiencia de Solitek, Interface y Crescent Bahúman.

 

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