12 diciembre 2019
Incendio en Montornés: economía circular ya!
Un problema de diseño e intención
Ayer estábamos en el segundo día de nuestra reunión estratégica anual en el Parque Natural del Montseny. Despertamos en un paraje idílico, solos con la montaña y el bosque. Allá lejos, las luces de los pueblos cercanos. No, un momento, ¡esas no eran luces! Los primeros en levantarnos tuvimos ocasión de ver un amanecer diferente. El cielo estaba claro pero una nube negra tapaba el Vallés desde nuestra perspectiva privilegiada. Pensamos que se trataba de algún incendio forestal, alguna quema controlada; pero no, la noticia superó cualquier elucubración. La planta de «gestión de residuos» de Ditecsa estaba en llamas.
¿A qué se dedica la planta Derpin de la empresa Ditecsa?
Según la información publicada en la web de la empresa, se trata de un centro de tratamiento, valorización y transferencia de residuos peligrosos y no peligrosos. Este tipo de instalaciones son el mal necesario de la economía lineal. Disitntos hidrocarburos, restos de disolventes y productos químicos relacionados con la actividad industrial, llegan a estas plantas y aquí se encargan de «resolver el problema». Suena a película de Al Pacino, verdad? Pues las consecuencias son verdaderamente nefastas. 250 trabajadores desalojados y población confinada en sus hogares en un radio de 500 m. Y esto no es todo. El vertido de disolventes y otras substancias tóxicas en el río Besós, provocó un impacto inmediato en la vida acuática. A la tarde, los márgenes del Besós a la altura de Sant Adrià mostraban peces muertos, como se ve en la foto publicada ayer por La Vanguardia.
Merece una reflexión aparte el término «valorización». ¿Qué clase de valor se crea / recupera?
¡Economía Regenerativa YA!
El cambio climático está relacionado con diversos factores, al igual que la pérdida de biodiversidad y la escacez de recursos. Todos son consecuencia de un modelo económico fallido y perverso. Hemos de aparcar de una vez las excusas y cambiar. Hoy por hoy, el único modelo que se plantea como alternativa viable para la subsistencia de nuestro planeta y nuestra sociedad es la economía circular. Pero la Economía Circular bien entendida, la que mantiene, crea y gestiona valor.
La economía circular es regenerativa por diseño e intención, tal como la define Ellen MacArthur Foundation. Es la economía para un mundo de abundancia, como ya explicaba William McDonough hace más de 15 años. No tiene grandes misterios ni desafíos tecnológicos insuperables, sólo se trata de diseñar y fabricar productos saludables y perpetuamente ciclables, utilizando energías renovables y limpias, entendiendo la diversidad como una ventaja hacia la resiliencia.
Pensar en sistemas
La Economía Circular se basa en la cooperación. Sólo es posible si pensamos en el bienestar colectivo y trabajamos juntos para conseguirlo. A veces parece que esta fuera la barrera más difícil de superar, pero nuestra experiencia demuestra que no es así. En los últimos años esta tendencia ha cambiado notablemente y nos hemos encontrado con muchos compañeros de camino.
Os invitamos a trabajar para que desaparezcan las plantas de «valorización de residuos» y que aparezcan innumerables agentes de gestión de materiales valiosos.
Una de nuestras estrategias para ello es esta: